Si has logrado ahorrar algunos cientos de euros y deseas moverlos, vamos a enseñarte cómo sacarle partido mediante la inversión. Para empezar, es necesario entender la diferencia entre ahorrar e invertir. Ahorrar es diferir el consumo, es decir, reservar parte del dinero que tenemos hoy para usarlo en el futuro. Invertir, en cambio, consiste en poner a trabajar el dinero que ya tenemos para que genere un rendimiento, es decir, más dinero. Un ejemplo de inversión es adquirir un local comercial.
Ahorrar e invertir suponen aplazar el consumo, pero difieren en la intención. “Con el ahorro, esperamos disponer del capital guardado en un tiempo futuro, mientras que invirtiendo esperamos disponer de ello además de una rentabilidad, un extra. Algo que no siempre está garantizado”, resume Diego Morales, del departamento financiero de Aspain 11 Asesores Financieros EAF, una de las empresas que guÃan a inversores.
Paula Satrústegui, socia de la entidad de asesoramiento patrimonial Abante, menciona una palabra clave: objetivos. Es esencial que sepas qué quieres conseguir. No es lo mismo que estés ahorrando para irte de viaje el próximo verano, que para dar la entrada de un piso en un par de años, pagar la carrera para tu hijo a medio plazo o preparar con tiempo tu jubilación. Cada propósito tiene unas peculiaridades que condicionan el tipo de inversión más apropiada. De igual manera, cada inversión requerirá una cantidad mÃnima para empezar que oscilará entre los 500 y los 1000 euros aproximadamente.
En estos objetivos hay dos factores esenciales: la cantidad que quieres alcanzar y el plazo de tiempo que estás dispuesto a esperar para lograrla. A ellos hay que añadir otros tres:
La contestación a esas preguntas, y la interpretación por parte de un asesor, te ayudarán a elegir bien el producto más adecuado a tus posibilidades.
Si tienes dudas, no dudes en preguntarnos. Somos expertos en el traspaso de negocios.